viernes, 3 de junio de 2011

MI PAPÁ Y YO

Mi papá, Alejandro Mejía Osorio, me puso Gonzalo porque era un gran admirador de las realizaciones de Don Gonzalo Mejía Trujillo, el prohombre paisa, que entre otras cosas fue productor y actor de la película “Bajo el cielo antioqueño”.

Mi padre huyo joven de su casa, vivió en diversas ciudades del país, llegó a Medellín y con el tiempo se convirtió en el fabricante de triciclos marca AMO. Era un amante del cine y los días domingos no iba a futbol, iba con mi madre a ver cine en cualquiera de los teatros del centro de la ciudad. Luego salían a  “chupar cono” al parque Bolívar y caminaban hasta la casa, cercana al barrio Prado de Medellín.   

Fue de New York de donde mi papá trajo el pequeño proyector de Súper 8, que me permitió conocer en mi infancia la magia de las imágenes de Hopalong Cassidy en su caballo, deslizándose silenciosas sobre la pantalla blanca.

Un poco más grandes podíamos entrar gratis al Teatro Junín, pues mi padre regalaba un triciclo de dos puestos, para que se rifara en el intermedio del matinal.
Allí, vi por primera vez “El niño y el toro”, una película de verdad. En ella, a un niño le regalan un becerro al que le llama Gitano, éste se vuelve un toro de lidia, se reencuentran en la plaza de toros y el niño lo salva.

Hay tres películas que me han conmovido particularmente: “París-Texas” de Win Wenders, “Stalker” de Andrei Tarkovsky y “Corceles de fuego” de Sergei Paradjanov. Esta última es una hermosa tragedia ambientada en los Cárpatos, que comienza con un epígrafe que me impresionó: “Los Cárpatos: tierra olvidada por Dios y por los hombres”.



Hoy en este blog, me permito dedicarle EL GRAN SADINI a mi padre. 

1 comentario:

  1. AMIGO, BUEN INFORME, ME PODRIAS COLABORAR, ALGUIEN TRABAJO CON INDUSTRIAS AMO Y NECESITO EL NIT. PARA LLEVAR AL SEGURO.
    GRACIAS.

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